"Cubierto esta de polvo el perro de madera, mas allá donde lo dejaron permanece a la espera.; la herrumbre afea al soldadito y lo envejece y el polvo de los años recubre su mosquete, hubo un tiempo en que fueron nuevo los juguetes cuando el niño a la hora de dormir con un beso se quiso despedir.
"Quedaos vigilantes, dijo, aquí hasta que regrese y no hagáis ningún ruido que a la gente despierte"
Apenas dijo esto volvió hacia su cuna y soñó con sus juguetes a la luz de la luna, hasta que un ángel con su melodía despertó al niño al aclarar el día.
Han pasado muchos años; casi una eternidad, pero la prueba del cariño es la fidelidad. Fieles a su amigo aguardan los muñecos, sin moverse ni un ápice respetando el silencio, esperando caricias de las tiernas manitos y la dicha infinita de la infantil sonrisa, aveces se preguntan mientras pasan los días que ha sido de aquel niño a quien tanto querían"